El T-bone de vaca suele tener un grosor de entre 2,5 y 3 cm (2,426, para los más ortodoxos). Se trata de un corte poco habitual en este país, lo que lo convierte en un producto muy selecto, que todavía se vuelve más interesante con la maduración Dry Aged.
El T-bone madurado ofrece un solomillo extremadamente tierno y jugoso y un entrecot de textura firme y sabor intenso. Y es que la combinación de cocinar el solomillo del T-bone de vaca con el hueso, después de haber sido madurado, le da un sabor increíble, que no tiene nada que ver con el del solomillo fresco. Por eso, es una combinación ganadora que seducirá incluso a los amantes de la carne más sofisticados.
En Pujol’s sabemos que ofrecer productos de la más alta calidad requiere tiempo y mimo, por eso todos nuestros productos se maduran un mínimo de 30 días y un máximo de 365 para garantizar una carne de T-bone de vaca tan tierna que se deshace en la boca, y un sabor y aroma concentrados e intensos.