El ribeye de vaca es uno de los cortes más deseados entre los entendidos del mundo de la carne. Esta deliciosa pieza se obtiene de la parte delantera del lomo alto del animal, en la parte más ancha, y más concretamente de la quinta a la decimotercera costilla.
Se trata de un corte norteamericano que suele servirse sin hueso, pero en España algunas veces se mantiene el hueso de la costilla en el emplatado.